lunes, 21 de febrero de 2011

¿Agoniza tu esperanza en Dios?

Isaías 26:3


"Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado".

¿Tu pensamiento persevera en Dios, o está atrofiado por el hambre? Esta inanición es una de las principales fuentes de agotamiento y debilidad en la vida de un hijo de Dios.

Aprende a asociar las ideas que sean dignas de Dios con todo lo que sucede en la naturaleza: los amaneceres y las puestas de sol, el brillo de la luna y las estrellas, el cambio de las estaciones. De este modo, la imaginación nunca estará a merced de tus impulsos,
sino que siempre se encontrará al servicio de Dios.

Salmo 106:6-7
"Pecamos nosotros, como nuestros padres... no se acordaron".

Entonces, aviva tu memoria y despierta inmediatamente. No te digas a ti mismo: "Pero Dios no me está hablando en este momento". Él debe estar haciéndolo. Recuerda a quién le perteneces y a quién sirves.
Motívate por medio de los recuerdos,y tu afecto por Dios aumentará diez veces; tu imaginación ya no se morirá de hambre, sino que tendrá viveza y entusiasmo y no podrás expresar con palabras la brillantez de tu esperanza.

tomado de "En pos de lo Supremo"